sábado, 27 de junio de 2009

Visión Ontoenergética del eje cielo-tierra


Documento elaborado por Ernesto Cabeza. Lo encontrarás al final del post y en la parte izquierda en formato pdf.


Eje energético Central
: Desde Rueda de Medicina: Elemento CENTRO, color PLATEADO, EJE TIERRA-CIELO, no hay estación específica. Desde Corrientes vibratorias: Elemento TIERRA, color MARRÓN, Estación: VERANO TARDÍO.

Aquí no establezco ninguna estación, pues representa la estructura material y energético del planeta (Tonal terrestre) y ésta es independiente de sus estaciones que se producen en su baile regular sobre su eje vibracional.

En la tradición amerindia la energía de la Tierra se representa, en asociación con la Hermana Luna, como una espiral plateada ascendente a través del organismo vivo que después se irradia y transmite información al Sol y al Cosmos y se entrelaza con la espiral cósmica dorada que desciende a la Tierra creando lo que los cheroquis llaman “La intención pura” y en los toltecas “El intento de Ser”.

Es la energía que nos vincula con el planeta además de la gravedad. Nos enraíza poniéndonos en contacto con la realidad física en sí misma. Se asocia al “sistema energético bazo-páncreas-estómago”: Está relacionado con la paz, serenidad, dulzura, creación de la sangre y su aspecto vibratorio como representante de la vida organísmica y el aspecto nutricio y transformador de lo que es extraño en el propio cuerpo y la propia identidad. Por ello genera consciencia y pensamiento. Cuando este flujo energético se bloquea se produce el pensamiento reiterativo, obsesivo, caótico que desarraiga al individuo de su realidad vital orgánica y terrestre.

Representa al propio planeta y toda la creación material, por extensión, por ello entre los indios americanos es también las “Cuatro Direcciones” y los “Cuatro Elementos”, y en el aspecto “Abuela Tierra” se une a la Naturaleza (=Madre Tierra), ya vista en la Primavera, como su alma. En un sentido más cercano y práctico es el material “tierra” como arena, piedra, arcilla, etc., y su cualidad energética y vibratoria recogida, tal como quedan los campos de desnudos tras la cosecha de su frutos.

La emoción asociada es el Amor de compasión (la veraz compasión). Si el Amor como alegría es la genuina expresión de la vida y se liga con la explosión de la vida natural, de la salud y reconocimiento. La otra faceta del Amor, mucho más asentado y sabio se manifiesta como la genuina compasión, coma ya dije antes y ahora profundiza. Es la serenidad del Alma.

Compasión es el sentimiento de incluir a los demás, las relaciones, como parte de uno mismo, o aceptar al otro y hacerlo propio. Esto lleva un alto grado de apertura, de comprensión, de madurez y sabiduría; así que este aspecto se va realizando junto a la autorrealización de cada individuo. En la juventud y primera fase de la madurez predomina el primer aspecto, pero poco a poco con la experiencia de vivir y compartir el amor alegre se asienta en esta forma de entender la compasión. Ambos siempre coexisten, nunca se excluyen.

La compasión, esta forma de amor maduro, de saber hacer lo justo y adecuado en cada momento, de actuar con decisión, sin dudas, se asocia a los aspectos del corazón claro y fuerte. La claridad implica cierta iluminación (contacto con el Ser) y la fortaleza implica temple y sabiduría, no vigor, resistencia o poder físico. Por ello la persona está íntimamente ligada a la Madre Tierra y Abuela Tierra, y a los sistemas de órganos que con ella se asocian: El Sistema Bazo – Páncreas y el del Estómago. Sistemas que aterrizan al individuo como ya vimos, logrando silenciar la mente (capacidad de meditar, de contemplación, de entonamiento). La hiperactividad de la mente (egotismo), diálogo interior, alteran el equilibrio de los sistemas energéticos bazo-páncreas y estómago, del mismo modo que la sobrecarga con alimentos ejercen una acción negativa sobre estos sistemas energéticos activando la actividad mental del diálogo interior, o como se llama habitualmente “coceduras de coco”. Entonces, en ambos casos, se produce la duda y la desconfianza que hacen imposible tanto la alegría de vivir como la compasión.

El Amor en su conjunto (alegría – compasión) genera el desapego. El Amor contrarresta el miedo y su efecto, el sufrimiento; y es contrarrestado por el enojo y la ira.

Las posiciones y actitudes egoístas en grado alto y egotistas en grado leve interfieren con el amor en su conjunto reduciendo la grandeza, la apertura, la claridad y fortaleza del sentir-corazón. Los alimentos que hagan fluctuar bruscamente el nivel de glucosa en la sangre como el azúcar y los dulces nos pueden acentuar la duda y conducirnos a preocuparnos demasiado. Demasiada bollería, alimentos muy concentrados, y los que aumentan la acidez estomacal, pueden paralizar nuestra acción.

Sistemas de órganos asociados: Sistema bazo-páncreas y Sistema del estómago.

La naturaleza del elemento Tierra es consolidar, mantener, arraigar y vincular la energía con la Abuela Tierra. Su intento es establecer contacto con la realidad física y energética del planeta. De este contacto se ramifican los otros cuatro rincones o aspectos del mundo (Naturaleza. Aire, Fuego, Agua) y ocupa el centro desde donde unir y mantener con eficacia los otros cuatro. Está vinculada a la espiral energética que brotando de la Tierra se canaliza hacia arriba (espiral plateada) y su situación bajo el diafragma en el centro izquierda de la zona la transforma en una conexión con la espiral descendente cósmica (espiral solar dorada) que canaliza la energía hacia la Tierra. La doble vinculación vibratoria hace que sea de máxima importancia para la vida del organismo humano. Nutre al cuerpo-mente, para ello debe absorber; y esto significa que toma algo que es ajeno y lo convierte en sí misma. Este es el proceso central de la Tierra: la transformación.

El proceso transformador de la Tierra se manifiesta en dos niveles: en el de la digestión de los alimentos y su conversión en nuestro ser a través de la sangre; y el de la consciencia, fuente de la cognición y del pensamiento. La Tierra absorbe las vibraciones procedentes de las sensaciones y las percepciones del cuerpo-mente (convertidas en reacciones emocionales – creencias, introyectos, acuerdos), los descompone como el suelo y los transforma en parte del programa mental. Esto nos indica de su implicación con el sistema nervioso vegetativo, en especial el ramal parasimpático a través del plexo solar, que todo ello es también un modo de nutrirse.

Con su poder transformador funcionando eficazmente genera resultados productivos. En el terreno de la consciencia, cuando por imposiciones ajenas o personales, se ve imposibilitada a digerir vivencias y estados emotivos convirtiéndolos en parte del propio ser; se produce confusión en la misma y estimula el cerebro creando la necesidad de pensar en exceso, generándose una pseudo-entidad, parásita que denominamos “ego” o “carácter”, lo que significa una división en la consciencia y el quedar estancados en ciclos repetitivos de pensamientos y comportamientos. Lo cual impide que la energía descienda naturalmente hacia la Tierra, el reino de la realización, de la acción. Cuando la consciencia con su contenido, el pensamiento, no puede obtener integración, asimilación y transformarlo en la realidad del yo y el self, entonces aparece las preocupaciones y obsesiones. Darle aceptación, reconocimiento y simpatía a alguien tranquiliza y sosiega sus pensamientos y ayuda a que los integre y comprenda.

El aspecto nutricio de la Tierra es importante, y se refleja claramente en las funciones de sus sistemas de órganos asociados: El del estómago y el del bazo-páncreas. El estómago es la fuente última de la nutrición del cuerpo, el páncreas regula el nivel energético del azúcar, y el bazo situado en la parte posterior del abdomen, encima del riñón izquierdo. Durante el desarrollo del embrión, el bazo produce glóbulos blancos y rojos; después del nacimiento limita su actividad a la producción de ciertos glóbulos blancos, a la desintegración de glóbulos rojos ya gastados, y a la destrucción de bacterias; también almacena grandes cantidades de sangre que lanza al torrente sanguíneo al recibir el estímulo adecuado, como ocurre durante el ejercicio intenso; dentro de este contexto, además de lo anterior añadiré que actuando como depósito, el bazo vitaliza vibratóriamente la sangre. Los orientales asocian el bazo al origen de la sangre, sabemos que su origen en los adultos es en el interior de los huesos en la médula roja, motivo por el cual se incluiría este aspecto de la función asea a este sistema energético. Todos juntos desempeñan la función de la Madre-Tierra dando sustento al cuerpo.

El sistema energético del bazo es el sistema expansivo principal del contexto Tierra, e incluye al páncreas y también incluye a todo el conjunto de la médula roja de los huesos como parte de su unidad funcional. La primera función del sistema energético del bazo es la transformación del componente de vigor vibracional de los alimentos ingeridos y ya en sangre la construcción y distribución de nutrientes en las otras vísceras corporales. El vigor vibracional de los alimentos en la sangre proporciona la materia prima vibracional para la elaboración del “vigor vibracional” del cuerpo en otros sistemas que ya hemos visto. La fuerza vital de vida y su vigor vibracional del alimento es impulsado hacia arriba por el sistema del bazo hasta el sistema de los pulmones y del corazón (vía circulación sanguínea). Es en el pecho donde el “vigor vibracional” llevado en sangre se combina con el “vigor vibratorio” del aire limpio (el primero es más negativo, el segundo más positivo) y de regreso al corazón se convierte en parte de la sangre.

El sistema del bazo es el conjunto organísmico más importante de la “digestión energética” debido a su función central de transformación y transporte, y por ser la fuente de “Vigor vibracional” del cuerpo y la sangre. Su importancia es puesta de relieve por el hecho de que es la base de la fuerza vital que genera la vitalidad constitucional y de la resistencia individual a la enfermedad (fuerza vital de vida generada en el propio organismo), con lo cual está íntimamente relacionada con su función de crear ciertos glóbulos blancos con la médula blanca de los huesos y el sistema linfático. El sistema del bazo es también responsable de la transformación, separación y transporte de líquidos.

Los líquidos corporales, como la savia vegetal puede ser “limpia” o “bruta”; la “limpia” se dirige al sistema de los pulmones y desde allí, por el corazón se dispersa alrededor del cuerpo, y la parte “bruta” acude al sistema de los intestinos para seguir siendo refinada.

Un bazo sano asegura que la digestión y la absorción sean eficaces y sanos, que haya buen apetito y que los movimientos de los intestinos sean regulares. Si este proceso es alterado, la digestión se alterará y la acumulación de fluidos corporales excesivos en forma de humedad, flema y edema.

El sistema del bazo no es sólo responsable del génesis del origen de la sangre a través de la transformación del alimento, sino que controla la sangre manteniéndola en debida cantidad en vasos sanguíneos. Retiene en depósito mucha sangre y la distribuye en la circulación según las necesidades del organismo. Un fallo de esta función puede provocar problemas tales como hemorragias (no hemofílicas) y flujo menstrual excesivo.

Puesto que el sistema del bazo es la fuente de la nutrición energética y de su distribución por el cuerpo, desempeña una importante función en procurar poder y fuerza muscular, y de este modo “controla” los músculos y las cuatro extremidades. Ya he dicho que el sistema del bazo tiene que ver con la sensación de apetito, añadamos que la acción de masticar es la primera fase en la transformación de los alimentos, y por este motivo está estrechamente relacionado con el bazo. El bazo, por consiguiente, se abre hacia la boca y se manifiesta en los labios. También produce el sentido del gusto. La disfunción del bazo se manifestará bien en los labios secos y agrietados indicadores de la presencia de calor, o enlabios pálidos, mostrando que el “vigor vibracional” del bazo es débil.

El sistema del bazo impulsa la onda excitatória de vigor hacia arriba y la controla, con lo cual esta vibración se convierte en corriente ascendente que ayuda a que los órganos internos se mantengan vitales en su lugar apropiado(hace que no se mustien como en las plantas) descendiendo y favoreciendo el prolapso o la formación de hernias.

Por último, en su actividad de ascender la fuerza vibratoria, alcanza el cerebro activando los procesos de pensamiento, análisis, concentración y estudio. Con salud, el sistema del bazo asegura poder de pensamiento y memoria. Cuando hay una deficiencia en la energía o vigor vibratorio del bazo, el proceso de pensar no es claro y la concentración está turbia; con lo cual la persona se ve obligada a gastar mucha energía mentalmente tratando de encontrar soluciones dando lugar a un exceso de pensamiento y a un agotamiento añadido de la fuerza vibracional del sistema del bazo.

El sistema energético del estómago es un complejo orgánico contractivo (con las contracciones empuja hacia abajo) muy importante, forma en conjunto con el sistema del bazo – páncreas la factoría productiva de fuerza vital de vida orgánica, la otra parte de fuerza vital prenatal se almacena en el sistema energético de los riñones.

La función principal del estómago es controlar el proceso por el cual el alimento es tratado y licuado para que luego el sistema del bazo purifique su energía y el intestino delgado la asimile. Representa la primera fase en el proceso digestivo, forma la misma base de la nutrición corporal. Junto con el sistema del bazo, el sistema del estómago controla la distribución del vigor vibracional de los alimentos a todo el cuerpo, particularmente a los músculos y las extremidades. Si el vigor vibracional del estómago es débil, la persona nota pesadez en las piernas y brazos, y se cansa con facilidad. Así como en el sistema energético del bazo decíamos que impulsa el vigor vibracional hacia arriba, el sistema del estómago controla su descenso hacia la toma de tierra por las piernas y pies (enrraizamiento). El estómago en su función de impulsar el descenso del vigor vibracional puede tener dificultades debido al trastorno energético del hígado (ya visto), produciendo hinchazón, eructos, reflujo gástrico, hipo y vómitos; todo ello señala de que el vigor vibracional del sistema del estómago se gira ascendentemente.

Desde el aspecto interior del quinto río fluido energético de la Tierra, la Abuela y Madre Tierra es llamado por los cheroquis “Fuego que derriba”. Está relacionado con la fuerza ígnea del planeta, ese poder que da lugar a volcanes y terremotos. El es fuego del estómago y del bazo. El bazo guarde relación con las ideas y con la transformación, destruye lo viejo y construye una y otra vez lo nuevo en todo aquello que se relaciona con los factores sanguíneos. Por el hierro, elemento fundamental de la sangre, y mineral muy abundante en le tierra. Es un órgano sutil cuya contrapartida tiene una importante participación en el proceso de transformación. Tiene una polaridad equilibrada.

Las ideas y la capacidad de transformación se agitan con la nota RE, que fluye hacia el bazo-páncreas y el estómago.

Es sistema Tierra se asocia con el sonido de cantar, que expresa nuestro equilibrio y con ello también con el aspecto del arquetipo del Sanador. El sabor asociado es el dulce, el sabor más satisfactorio al paladar y está asociado a los alimentos más nutritivos. Es un sabor sedante y alivia la sed, calma el humor excitado e inquieto. En un exceso produce frío y pesadez; embota, torna la mente torpe y somnolienta, conduce al sobrepeso y a la congestión y produce mucosidades. Del exceso de dulce proviene la complacencia, la codicia y la dependencia emocional.

La fuerza de la Tierra se asocia a las plantas comestibles redondeadas o a ras de tierra, cuya energía vital se recoge en sí misma; como las coles, coliflores, algunas lechugas, etc.

jueves, 25 de junio de 2009

EL JARDINERO


Gracias Charo, por este bonito cuento que has escrito
y has querido compartir. Un abrazo mujer guerrera, maestra.


En la entrada de un colegio estaban las madres esperando a que sus hijos salieran. Parecían gallinas en un corral, discutiendo por el trato que una profesora daba a sus niños: unas a favor, otras en contra.

Esta profesora siempre comparaba a sus alumnos:
"Tu eres peor que tu hermano que lo tuve en cuarto";"tu eres mejor que fulanito"...
Siempre lo mismo... Y ésta era la discusión.
Las madres a cuyos hijos alababa estaban a su favor, las madres de los niños que no recibían el mismo trato estaban en contra -Os podéis imaginar-.
El jaleo que se formó fue tal, que por allí pasó un anciano y fue imposible que el pobre hombre no se enterara de todo lo que allí se decía.

Una mañana la profesora entró en su clase. Encima de su mesa había un gran ramo de flores y una nota que decía:"son para ti, por ser profesora".
No era su cumpleaños; seguro que lo habían dejado por error.Volvió a leer la nota, se sentó en su silla, miró el enorme ramo y el suave aroma llegó a su nariz haciéndole entrar en un extraño sueño...Vio un solar vacío...vio a un joven que estaba limpiando y recogiendo toda la porquería que allí había. Después vio como este mismo solar ya estaba limpio y el joven plantaba semillas, removía la tierra y la abonaba. Mientras lo hacía iba diciendo: "os planto para que nazcáis y hagáis de este terreno un trocito de mundo más bello. Con todo mi amor". Por último vio a un anciano. La profesora no pudo reconocer el solar, pues lo que vio fue un gran jardín donde crecían toda clase de flores: unas eran enormes, otras pequeñitas, unas crecían al sol y otras a la sombra. A cada una de ellas el anciano cuidaba y les daba lo que realmente necesitaban. Siempre les hablaba y les daba las gracias por ser tan diferentes y tan hermosas. Las flores, agradecidas, obsequiaban con su aroma al anciano...

La profesora despertó del extraño sueño; no sabía que pensar. Volvió a mirar el ramo, cogió la nota y siguió leyendo: "ninguna de estas flores son iguales, cada una ha necesitado cuidados diferentes pero todas y cada una de ellas son hermosas. Si las cuidas te entregarán todo su amor". Volvió a mirar las flores con más detenimiento y encontró un pequeñito papel en cada tallo: en el clavel ponía Juan, en la rosa, María, en la petunia, Javier...y así hasta completar los nombres de todos sus alumnos pasados y presentes. Por último la nota decía: "Mira bien, todos ellos son tu jardín. Que todas estas flores lleguen a ser hermosas está en tus manos.
Firmado:

El jardinero.

Y dicen y cuentan que algo pasó. A partir de aquel día dejó de ser profesora para convertirse en una gran maestra y, sobre todo, en jardinera.

Rosario Quiles.

El cuadro es "Campo de tulipanes" de Vincent Van Gogh

martes, 16 de junio de 2009

GATAS


Cuánto aprendemos de los animales... Nos reflejan nuestros miedos, nuestras creencias, nos ponen delante la imagen de nosotros mismos que, por suerte, queremos desmontar, y much@s, acabamos cambiando un patrón que llevamos enganchado desde la infancia. Podría explicar tantas cosas sobre mi reacción ante los animales de compañía: miedo, sobreprotección, incomprensión, amor, moralidad, claridad, entendimiento, juego, locura, enfado, preocupación, noches en vela cuidando, dando calor, aliento... Pero por suerte, llevo tiempo trabajándome con los que conozco, con los que entran en casa, con los que comparto mi día a día, con los que encuentro muertos en mi camino... Y he tenido que dejar de escuchar a la familia y a la gente que tiene prejuicios hacia este tema.

La última en enseñarme a ser madre ha sido Gabrielle. Es una gata muy salvaje e independiente. No he conseguido y no he podido que sea mansurrona, que se deje coger, que se eche la siesta conmigo -sólo lo admite de vez en cuando, en situaciones muy concretas y también tiene una historia personal-, pero sin embargo, me ha mostrado la gestación de vida en el vientre de una madre, los cambiantes estados de ánimo que acompañan este gran acontecimiento, el cambio físico del cuerpo, me ha hablado, me ha dado las gracias, y yo le he dado las gracias, me ha pedido compañía cuando lo ha necesitado y sé que se siente apoyada por mí, pues lo ha mostrado en varios actos. Se ha comportado como una auténtica madre con sus gatitos, y hoy, a sólo 12 horas de haberla esterilizado, le estaba dando de mamar a su pequeñina, a la que nos hemos quedado de una camada de 5 que ya viven con otras personas.
Siento un amor muy profundo hacia los animales en general y he arrastrado su sufrimiento hasta hace bien poco. Me ha costado mucho desprenderme de un sentimiento muy grande de frustración por no poder "salvarlos a todos". Es difícil de explicar pero esa tristeza podía conmigo.
No sabéis cuánto disfruto, simplemente, mirándolos y observándolos.
Hoy me he hecho unas fotos con las dos gatitas, mis grandes maestras durante este proceso de mi embarazo que siento, ya está llegando a su fin.
Casualmente, aunque ya sabemos que no existen las casualidades, hoy leía un poema de Gioconda Belli y prestaba atención a las gatitas y a mi panza... y en éstas que llama Gloria para contarme y emocionarme con su historia sobre la gatita que se ha quedado: la ha puesto en jaque, la ha animado a seguir sanando y como Gloria es muy valiente y una mujer guerrera, está aprovechando cada momento que está viviendo en esta etapa de su intensa vida. ¡Que así sea para todas nostras, las mujeres, las gatas salvajes, las lobas, las leonas, las ballenas!
Y también voy a dejar el poema de Gioconda Belli en esta entrada.

Como Gata Boca Arriba

Te quiero como gata boca arriba,
panza arriba te quiero,
maullando a través de tu mirada,
de este amor-jaula
violento,
lleno de zarpazos
como una noche de luna
y dos gatos enamorados
discutiendo su amor en los tejados,
amándose a gritos y llantos,
a maldiciones, lagrimas y sonrisas
(de esas que hacen temblar el cuerpo de alegría)

Te quiero como gata panza arriba
y me defiendo de huir,
de dejar esta pelea
de callejones y noches sin hablarnos,
este amor que me marea,
que me llena de polen,
de fertilidad
y me anda en el día por la espalda
haciéndome cosquillas.

No me voy, no quiero irme, dejarte,
te busco agazapada
ronroneando,
te busco saliendo detrás del sofá,
brincando sobre tu cama,
pasándote la cola por los ojos,
te busco desperezándome en la alfombra,
poniéndome los anteojos para leer
libros de educación del hogar
y no andar chiflada y saber manejar la casa,
poner la comida,
asear los cuartos,
amarte sin polvo y sin desorden,
amarte organizadamente,
poniéndole orden a este alboroto
de revolución y trabajo y amor
a tiempo y destiempo,
de noche, de madrugada,
en el baño,
riéndonos como gatos mansos,
lamiéndonos la cara como gatos viejos y cansados
a los pies del sofá de leer el periódico.

Te quiero como gata agradecida,
gorda de estar mimada,
te quiero como gata flaca
perseguida y llorona,
te quiero como gata, mi amor,
como gata, * Inés,
como mujer,
te quiero.


*El original dice Gioconda. Cámbialo por tu nombre, mujer.

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