jueves, 25 de febrero de 2010

Necesito compartir cómo me siento...


Me siento extraña... Por una parte, una especie de tranquilidad está presente en mí, consiguiendo no darle rienda suelta a los juegos de la mente, viéndolos pasar por delante, reconociendo estrategias del ego... Y por otra parte, me siento triste, desorientada, tensa. Sé que parte de mi estructura se está desmoronando y puede ser esta la razón... pero es que ya llevo así unos años y una se pregunta cuándo tendrá más claridad, cuándo tendrá más comprensión.

Me pregunto qué debo hacer, por qué estoy aquí realmente, por qué esa puerta que tiene que abrirse, no se acaba de abrir. ¿Será que no estoy preparada? ¿Será que me he montado unas pajarracas mentales al creer en todo lo que ando predicando en lo referente a otra forma de entender la existencia, de ayudar y manifestarse? Me paro, respiro, y en el fondo sé que lo que "siento", si vibra en mi interior, es que es la verdad.

La verdad es que sí vibro pero me invade cierta melancolía por no poder conectarme, envolverme del sostén de la Madre Tierra, sentirme una con ella y abrazarla infinitamente. Hace tiempo que no sé lo que es eso, o estoy mezquinamente ensimismada, o quizá soy demasiado exigente, porque sí es cierto que me repongo cuando paseo atenta a los cantos de los pájaros, dejádome hacer cosquillas por el viento, riendo cuando veo una urraca dejarse llevar por las corrientes del viento, hablando con los cuervos, grandes compañeros de estos lares...o quizás es, simplemente, que quiero más y no me lo permito (y ello es un arma de doble filo porque ahí está el ego de nuevo para recordarte que "tú ¿quién te crees que eres?".

La verdad, también, es que me invade una especie de tristeza porque me siento sola entre la gente. Sí, tengo el sostén contínuo de mi compañero, de mi hijo... pero eso no es suficiente cuando una siente que un huracán en espiral descontrolado se mueve en el interior, y una lo que necesita es expandirse hacia afuera, no quedarse con la sensación física de "soy una especie de estructura de jaula".

Sí, tengo el sostén, en la red, y puntualmente, en los pocos encuentros con otros maravillosos seres humanos. A veces me pregunto, qué fue de las experiencias tan directas que tenía con otras entidades, con otras realidades...¿Es que no van a volver? ¿Es que no estoy aquí para desarrollar esa parte de mí? ¿o es que no sé valorar las que tengo directamente con otras relaciones de la naturaleza de mi entorno?

Sé que cuando estoy rodeada de seres vivos, de minerales... todo lo que por suerte está ahí fuera, dónde vivo... me siento bien. Pero haber vuelto al trabajo, no poder dormir, no poder descansar lo que mi cuerpo realmente necesita, y no disponer de tiempo para cuidarme más... están haciendo mella.

Por otra parte, me siento muy afortunada. Sólo con mirar la carita de mi hijo, me invade un amor y una confianza en la vida absoluta. Sé que no tendría que quejarme y, a momentos, lo llevo muy bien. Mi alegría fluctúa arriba y abajo, como el dibujo de las ondas de las frecuencias más bajas. Ya no sé dónde ahondar, dónde buscar. Mi sombra habla, quiere transmitirme, pero no acabo de captar.

Últimamente recuerdo sucesos que me tuvieron bajo un estado de estrés importante y entiendo que mi cuerpo se resintió muchísimo por ello. Trato de visualizar más y más. Y mejor parar, porque no llego a nada en claro. Esta noche mismo, he tenido un sueño realmente extraño y sobrecogedor... y eso que preparamos un altar hermoso con todas nuestras piedras, nuestros objetos de poder, para conectarnos con el chakra del corazón de la Madre Tierra en el transcurso de la medianoche del 24 al 25 de febrero... buscando abrir la energía del chakra de nuestros corazones. Hoy es muy temprano, este es mi rato antes de marcharme a trabajar, pero, de momento, mi cuerpo no se siente liviano y tengo ganas de llorar.

Echo de menos cantar con gente, con un intento, con los tambores. Que me abracen mujeres, sudar en el vientre de la Madre Tierra, respirar el humo del copal, y sobre todo necesito entender más sobre mi papel en esta vida. Casi es eso lo que más me enloquece. Y puede que mi papel no sea más de lo que ya es, y eso también es un sablazo al ego. Y eso también tengo que aceptarlo.

Así que lanzo el intento, aquí y ahora, para que mi cuerpo acabe de sanar y para que se produzca el milagro de despertar con alas de mariposa, sin miedo, con decisión y contundencia. Y le doy las gracias a Juan Vicente y a Jairo porque me están enseñando mucho (aunque sea doloroso a momentos) y a todos los seres que me acompañáis con vuestra hermosa y sanadora existencia.

Ahó.

domingo, 21 de febrero de 2010

Cantos de conexión 2.

2.

Soy mujer de la tierra
alumbrando con luz de luna.
Me coronan las estrellas
y las diosas viven en mi.

Soy la fiesta de la vida
danzando en el universo,
mi alegría es medicina
y las diosas viven en mi.



Gracias Eva, por este segundo canto.
El cuadro es de Picasso, "Mujeres corriendo en la playa".

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viernes, 19 de febrero de 2010

¿Qué es el doble?

¿Qué es el doble? - preguntó tímidamente July.

- Buena pregunta
– dijo Agnes – Para darle respuesta debemos explicar primero el tiempo. El tiempo nació de lo que ustedes llaman el ego y de lo que nosotros llamamos morada del yo. El ego es la ilusion de la forma. Para permanecer siendo una forma uno debe tener un concepto del tiempo, debido a la similitud que existe entre ambas cosas. El tiempo es una construcción de la mente, porque la mente es el ego. Se aferra desesperadamente al tiempo y lo sujeta como un tirano, orque quiere sobrevivir. Una vez que uno salta los límites del tiempo y avanza hacia la eternidad, logra llegar hasta la rueda sagrada del sueño, donde el ego ya no resulta necesario. El ego es una identidad que lucha por sobrevivir y teme la pérdida de la forma porque sabe que entonces morirá.

- Veo que estás en muy buena forma esta noche, Agnes – comentó Ruby.

- Continúe por favor, Agnes – supliqué.

- Lynn, a menudo hablas del karma. Si una gran maestra elige permanecer en esta tierra para enseñar, puede asumir un karma con el objeto de permanecer en estado de forma. Una vez que uno libera la mente del karma, hay que tener la capacidad de salir del tiempo y entrar en la amorfia o ausencia de forma. Esa es la ley del doble. El proceso de volver a reflejarse desde una a otra esfera. Al lanzarse sobre el karma, uno es capaz de estar en más de un lugar a la vez. El mundo no ha cambiado. Lo que ha cambiado es la morada del yo. ¿Por qué supones que ves a hombres y mujeres de gran conocimiento que tienen adicciones?

- No sé, no puedo imaginarmelo.

- Porque las adicciones son karma y ellas los mantienen clavados en este plano terrenal. Ellas les mantienen la forma.

- Palabras! – dijo Ruby – Si me preguntase a mi, le diría que son naderías.



Extracto de "La Mujer Jaguar", de Lynn Andrews.

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