domingo, 20 de julio de 2008

El Oso

Hace 5 años tuve este sueño ...

"He soñado con un oso. Es la segunda vez que sueño con uno. Este es pardo. El oso viene por el bosque. Multitud de personas lo esperan en una planície. Prácticamente es de noche y la gente se ilumina con antorchas. Por la pista se accede a un lugar de donde salen unas escaleras de madera que bajan hasta donde se encuentra la gente. A la derecha hay un pequeño bar o taberna. La gente hace jaleo, mucho ruido, no huyen y yo me pregunto: ¿qué harán aquí?, ¿qué pasará cuando venga el oso? En el centro de la planície hay un círculo grande dónde la gente danza en ritual. Hay de todo: hombres, mujeres, niños... Algunos van a entregarse a la suerte, están esperando ver si el oso los va a matar o no. Otros se han armado de cuchillos para enfrentarse a él. Yo no sé qué hacer... no sé si coger un cuchillo y tomar la decisión conmigo misma de enfrentarme a él aún sabiendo que la muerte es inminente pero... no puedo enfrentarme cuerpo a cuerpo porque sé que seguramente moriré. No deseo morir. Allí mismo, ante estos pensamientos imagino cómo sería que me desgarrase con sus zarpas y eso me perturba de una manera antes desconocida para mi, en mi vida cotidiana... El pensar que dejaré de existir ¿que será? ¿qué pasará? No volveré a ser yo. Ya no tendré esta identidad. No soy nada. Pero entonces visualizo a unos perros corriendo pista arriba. Sé que se dirigen hacia el lugar donde estamos todos. Huyen del oso. Corren, pero el oso es infinitamente más rápido. Los atrapa, los acojona, los huele... creo que los deja en paz. Y el oso corre, sigue corriendo hasta que llega a las escaleras de acceso al lugar. Sé que viene y corro entre la gente advirtiendo a todo el mundo de que "¡ya está aquí!". Corro entre los niños, me inquieta sobremanera ver que todavía están allí, ¡es peligroso!... pero están todos allí, pase lo que pase. Se han lanzado a la suerte, al peligro, al destino. Unos pocos desquiciados se han escondido. No sé que hacer. Me dirijo hacia la pequeña taberna. Hay un grupo de personas armadas. Me hago con un cuchillo grande de cocina y no sé si me voy a enfrentar al oso. Desde allí escucho los gritos de las personas atacadas por el oso. Me siento extraña, no tengo miedo o pánico pero estoy confundida. No puedo más y me escondo en el hueco que quedaba entre el techo del baño y el propio techo del local. En ese momento entra el oso por la puerta trasera del bar. Sabe que estoy en el hueco del techo. Su tamaño es enorme. De repente se alza sobre las patas traseras y me localiza. Me observa. Yo lo observo directamente a la cara. Su rostro no desprende enfado, ni violencia. Con una pata delantera intenta tocarme, darme un zarpazo. Nos quedamos mirando. En ese momento, la gente armada lo acuchilla sin cesar y aparentemente... lo convierten en pedazos, lo hacen estallar por el abdomen y la barriga.

El oso despierta de su muerte. Ahora es un hombre destrozado físicamente. Me explica cosas que no recuerdo. Hablamos. Existe afinidad entre ambos pero hay que marcar una distancia."

2 comentarios:

  1. Por lo que dices del sueño, creo que el tema principal es enfrentarte a una parte de ti misma más salvaje y más conectada con la que eres en realidad, por eso te da miedo. El miedo es sencillamente el darte cuenta que tienes dormida esa parte más salvaje y que lo que le impide ser reflejada en la vida tiene que morir, que es otra parte de ti misma, que no esta tan conectada con tu naturalidad. Cuando te enfrentas y la cambias te das cuenta que no es para nada peligrosa ni violenta, simplemente es más salvaje desde la perspectiva que no esta tan dominada por dogmas.
    Creo que te anuncia un paso evolutivo hacia lo que eres y quieres ser en el ensueño de tu vida.

    Esta es la visión que me ha transmitido este ensueño.

    Gracias

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  2. Además, el oso entrega la Medicina de la Tierra. Los perros aportan lealtad. Aquí lo dejo Inés... bendiciones y prometo seguir leyendo tu blog.

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